Los frutos de la acerola (Malpighia emarginata) contienen cantidades exorbitantes de vitamina C, del orden de 1500 a 4500 mg cada 100 gramos, del orden de 50 a 100 veces más que las naranjas o los limones. Además también contienen algunos fitonutrientes como carotenoides, compuestos fenólicos, flavonoides y antocianinas, con numerosas propiedades fisiológicas.
La acerola es una gran fuente de vitamina C por dos razones: tiene elevadas concentraciones y se absorbe mucho mejor gracias a los fitonutrientes que la acompañan.
La reina de la vitamina C
La vitamina C es una de las vitaminas solubles en agua más importante para nosotros. La necesitamos para fabricar el colágeno de nuestra piel, huesos y dientes; producir carnitina, una molécula que transporta las grasas hasta la mitocondria para quemarlas, sintetizar neurotransmisores a nivel cerebral, y contribuir al funcionamiento del sistema inmune.
Pero de todas las funciones de la vitamina C, la más conocida es su capacidad antioxidante, gracias a la cual podemos neutralizar la acción negativa de los radicales libres, ayudando a retrasar el envejecimiento precoz.
En relación con la acerola, su vitamina C no solo nos resulta interesante por su gran aporte y concentración, sino porque además la vitamina C proveniente de la acerola se absorbe mejor que la de origen sintético. Esta mejor absorción se debe a que diferentes componentes de la acerola actúan en sinergia, es decir de forma potenciadora, en el proceso de absorción de la vitamina C.
Poder antioxidante y algo más
La acerola es extraordinariamente antioxidante, ya que al poder antirradicales libres de su vitamina C se suman la capacidad antioxidante de otros fitonutrientes como los compuestos fenólicos y los carotenos.
Una de las cualidades más atractivas de la vitamina C y que resulta menos conocida, es su capacidad para estimular nuestra mente. Además de proteger a las neuronas de los radicales libres, la vitamina C es necesaria para que el triptófano se transforme en serotonina, un neurotransmisor relacionado con la sensación de bienestar, serenidad y felicidad.
Pero los principios activos de esta fruta aun se están estudiando y todo apunta a que pueden llegar a ser muy esperanzadores para mantener y mejorar nuestra salud y bienestar, ya que ayudan a:
- Regulan los niveles de glucosa en sangre.
- Actúan como antimicrobianos.
- Tienen cualidades anticarniogénicas
- Son hepatoprotectores.
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