Aunque presumas de ir al baño puntual como un reloj, siempre hay algún imprevisto que hace que tu tránsito intestinal se resienta y que nos haga preguntar cómo combatir el estreñimiento ocasional en esas circunstancias. El Aloe ferox, el sen y la cáscara sagrada son opciones naturales que podrán ayudarte a recuperar el ritmo.
Ante los problemas de tránsito intestinal, el mejor consejo es la prevención, pero si el problema es puntual… ¿cómo combatir el estreñimiento ocasional?
Una dieta rica en fibra, tanto soluble como insoluble y mucha agua, acompañada de un poco de ejercicio físico es la mejor medicina para prevenir el estreñimiento ocasional y los desajuntes del tránsito intestinal. Pero cuando eso falla podemos recurrir a plantas laxantes. Las tres más usadas y ordenadas en función de su potencia son Aloe ferox, el sen y la cáscara sagrada.
Aloe ferox, la opción más potente
El Aloe ferox es una planta emparentada con el aloe vera (Aloe vera) pero que aprovechamos por sus propiedades laxantes ya que de esta planta se obtiene un acibar rico en glicósidos de antraquinona que tienen un potente efecto antiestreñimiento.
Los glicósidos de antraquinona, cuando llegan al intestino son transformados por la flora intestinal en antronas que son las que realmente ejercen el efecto laxante, gracias a tres acciones:
- Estimulan al intestino para que libere agua que ablanda las heces.
- Favorecen el movimiento peristáltico para que el intestino vaya vaciándose.
- Reduce la capacidad de absorción de agua del intestino, para asegurarse que las heces se mantienen hidratadas y sean más fáciles de mover.
A la hora de cómo combatir el estreñimiento ocasional, la acción purgante (laxante) del Aloe ferox es una de las más potente y eficaces, incluso más que la que produce el sen (Cassia angustifolia Vahl.) o la cáscara sagrada (Rhamnus purshianus D.C). Por eso y para que sea más efectivo y no genere molestias a la hora de ir al baño, el acibar de Aloe ferox se combina con hinojo (Foeniculum vulgare), una planta digestiva que ayuda a calmar las flatulencias y los espasmos intestinales.
Sen, la opción intermedia
El sen (Cassia angustifolia) tienen un poder laxante más suave que el aloe ferox, pero más fuerte que el de otras plantas laxantes como la cáscara sagrada.
La acción laxante del sen se debe a que en sus frutos y hojas hay derivados antraquinónicos, en concreto senósidos A, B, C y D (heterósidos de antraquinonas), que llegan casi intactos hasta el intestino grueso. Allí la microbiota intestinal los activa convirtiéndolos en metabolitos de acción laxante. Estas sustancias estimulan los movimientos peristálticos y hacen que el intestino libere agua, favoreciendo la hidratación y el ablandamiento de las heces, para que sean más fáciles de expulsar.
El sen lo podemos encontrar solo o combinado con otras plantas como manzanilla (Matricaria chamomilla), diente de león (Taraxacum officinale), anís verde (Pimpinella anisum ), hibisco (Hibiscus sabdariffa) o hierbabuena (Mentha aquatica).
Cascara sagrada, la opción más suave
La cáscara sagrada (Rhamnus purshiana) al igual que las dos anteriores activa la motilidad intestinal y favorece la evacuación, pero lo hace de una forma más suave y delicada con el intestino. Estas acciones se deben a que en la corteza de esta planta encontramos derivados antracénicos, que al igual que con el sen y el Aloe ferox, son activados en el intestino.
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