Greg Anderson, ensayista norteamericano y presidente de la Cancer Recovery Foundation International, es el creador de la ley de la frugalidad alimenticia. Más allá de ser un régimen dietético estricto, la ley de la frugalidad alimenticia es un juego que consiste en disfrutar comiendo mientras sientes que proteges tu propia salud.
En su libro Las 22 leyes del bienestar: piense, sienta y viva mejor de lo que nunca imaginó, Anderson pregunta: “¿Quién es la persona más importante de su equipo médico? ¿Cree usted que es su cirujano? ¿Su médico de cabecera? ¿Su cardiólogo o su oncólogo? ¿Su enfermera, quizá, o un técnico, o su cónyuge? Comprenda esto claramente: la persona más importante del equipo que trabaja para su bienestar es usted mismo.”
El planteamiento básico de esta ley consiste en comer variedad de alimentos no procesados, en cantidades moderadas, haciendo al menos tres comidas diarias, además de una pequeña merienda; beber ocho vasos de agua pura al día y tomar un suplemento vitamínico y mineral.
¿Cuáles son las ventajas de la ley de la frugalidad alimenticia?
- Más energía y menos fatiga.
- Mejor control de peso.
- Mantener el colesterol a raya.
- Mayores probabilidades de evitar las enfermedades.
- Mayor autoestima.
Las reglas del juego
Éstas son las reglas que te harán seguir un equilibrio dietético mientras disfrutas de este método alimenticio:
- Comer plantas: la fruta fresca y vegetales frescos son ahora los alimentos predilectos.
- Tomar pan y pastas hechos con harina integral.
- Buscar las proteínas vegetales combinando cereales y legumbres.
- Limitar estrictamente el consumo de carne al pollo y pavo. Eliminar las carnes rojas, ya que son difíciles de digerir plenamente y eso provoca mal humor.
- Comer 2 o 3 veces a la semana pescado al vapor o a la plancha, o atún en conserva.
- Consumir productos lácteos desnatados o de soja.
- Cocinar con grasas monosaturadas como el aceite de oliva. Si tienes que freír utiliza una sartén antiadherente.
- Preferir siempre alimentos bajos en grasa y en azúcar.
- Moderar el consumo de bebidas alcohólicas y con cafeína.
- Moderar los alimentos salados y ahumados.
- Beber cada día 8 vasos de agua de un cuarto de litro cada uno.
- Mantener el consumo de calorías diarias por debajo de las 2.000.
La ley es un nuevo modo de vida que no renuncia al gusto: de hecho según Anderson “no hay motivo alguno por el cual lo nutritivo no pueda ser delicioso”.
Si logras aplicar esta ley en tu vida, difícilmente retoñará el mal humor, ya que estarás sano, en forma y habrás recobrado tu autoestima. ¿Te animas?